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Estambul: Entre Oriente y Occidente

Nos vamos a Estambul, entre Oriente y Occidente, y nos encontramos en un punto estratégico, marcado por la dominación de varias etnias, Estambul unió culturas, ciudad cosmopolita, que ha sido el centro del comercio entre Oriente y Occidente durante siglos y todavía hoy.

Dominados por los egipcios, los griegos, fundada por Bizás con el nombre de Bizancio, conquistada por el Imperio Persa y capital del Imperio Romano de Oriente bajo el nombre de Constantinopla, poseído por el propio emperador Constantino, que fue el primer emperador Romano que se convirtió al cristianismo y declaró el cristianismo como religión oficial. Invasiones constantes marcan la historia de esta tierra, debido a su importancia, Estambul perteneció al imperio Bizantino después de la caída del imperio Romano, asolaron el poder, los cruzados en la cuarta cruzada y más tarde los mongoles comandados por el famoso Gengis Kan. Más tarde se fundó la Dinastía Otomana, después de 18 años de Califato, Mustafá Kemal, abole el existente y crea el primer país musulmán Laico, hasta nuestros días que parte de la población es partidaria de entrar dentro de la Unión Europea y la otra parte se niega a ello. Otra vez la lucha entre Oriente y Occidente. El cristianismo contra el islam y viceversa.

Una ciudad marcada por su historia, la población es en un 80% musulmana, pero de practicantes radicales los hay muy pocos. Reductos de que esta ciudad fue cristiana en varias ocasiones quedan latentes claramente en diversas construcciones de la ciudad antigua, como la más significativa, Santa Sofía, iglesia cristiana convertida posteriormente en Mezquita.

Estambul es la única ciudad del mundo que se encuentra entre dos continentes, Europa y Asía. Punto de confluencia entre el «Cuerno de Oro», el canal del «Bósforo» y el mar de «Mármara», ese punto estratégico de paso del Mediterráneo al Mar Negro. Conexión entre Occidente y Oriente. De ahí la importancia en la dominación de este paso durante toda su historia.

En el Estambul de hoy podemos encontrar de todo. Compras, fiesta, amabilidad, buenos transportes, buen comer, esta fusión entre las costumbres del oriente y las comodidades de Occidente. No nos podemos perder maravillas como Topkapi, la Mezquita Azul, el obelisco egipcio, el de Constantino, Santa Sofía, Sultanahmet, el acueducto romano, las murallas de la ciudad, el museo arqueológico, el Gran Bazar, el Bazar Egipcio (o de las especies), los paseos por el «Bósforo», y un largo etcétera. Todo un legado de diversas culturas y razas que han convivido durante años en este enclave estratégico de Turquía.

Estambul es perfecto para una escapada económica, no es caro ir y mucho menos vivir allí, la comida es económica, y les compras una locura sana para cualquiera. La comida, ya la conocemos todos, quien no ha comido nunca la típica delicia turca, el Kebab o el Durum, y muchos otros platos conocidos, siempre bien condimentados con las especies que llegan del Oriente. Para chuparse los dedos.

Desde hace unos años se ha convertido en el quirófano de Europa, por sus buenos precios acuden miles de turistas que combinan el turismo con un retoque, un implante o lo que cada uno quiera para su cuerpo.

Sus comunicaciones con transporte público resultan muy fáciles y cómodas para acceder a cualquier rincón de la ciudad, y si no siempre habrá un taxista impaciente porque subas con él, es curioso cómo buscan a los turistas y van tirando de claxon para que los mires y te subas a ellos.

Ciudad curiosa y atractiva, que te induce a quedarte o repetir. Siempre hay algo que hacer o ver en esta gran ciudad.

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